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¡Les botaron un ‘ensacado’!
Los vecinos de las calles Benalcázar y Galápagos hallaron el cadáver sobre el empedrado. Aún se investiga si se trató de un crimen.
Sobre el empedrado patrimonial del Centro Histórico de Quito estaba el cadáver de un hombre dentro de un saquillo. Ayer, los vecinos de las calles Benalcázar y Galápagos encontraron el bulto en horas de la mañana y llamaron a la policía para reportar el caso.
El cuerpo estaba boca abajo y en el momento del hallazgo nadie lo reconoció.
El capitán Manuel Pazmiño, perito de Criminalística de la Zona 9, dijo que en la inspección ocular del cuerpo solo se pudo determinar que el fallecido tendría entre 60 y 65 años.
A unos metros dormía una persona en situación de calle. Un poco aturdido dijo a EXTRA que alguien había botado allí el costal. “Debió ser a las seis de la mañana, porque en la noche no había nada”, explicó.
Él incluso estuvo con un amigo hasta entrada la madrugada en esa esquina y no “había nada”.
Pazmiño informó también que el hombre habría sido tirado sobre el empedrado entre las 05:00 y 06:30.
En esa esquina no había sangre ni un objeto sospechoso. Nada. Los agentes de Criminalística pusieron un líquido en el piso y tomaron fotos, hicieron mediciones y revisaron las posibles huellas de un presunto crimen, pero eso solo se determinará con la autopsia.
“Vamos a realizar el examen externo del cuerpo para verificar si tiene alguna herida o golpe que pudiera dar indicios de una posible muerta violenta”, dijo el uniformado.
Pazmiño explicó también que la apariencia del fallecido era de una persona en situación de calle. No portaba documentos. “Hay que recordar que donde lo hallaron no es el sitio en el que ocurrió el suceso (muerte)”, acotó el policía.
La zona se cerró por completo con la cinta amarilla de “peligro”. Los moradores alcanzaron a ver el lugar del hallazgo desde una terraza y pidieron que se desinfectara la esquina. “No vaya a ser de coronavirus”, dijo una mujer.
Los agentes metieron el cuerpo dentro de una funda azul con todo y costal y fumigaron el sitio donde horas antes alguien decidió dejar un muerto, como quien saca la basura en la mañana para la recolección.