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El rápido adiós del agente contó con pocos familiares y policías.Yadira Illescas

Tungurahua pierde a su primer policía víctima de COVID-19

Desde hace varios días el agente empezó con tos seca y buscó ayuda médica, pero nada pudo salvarlo de la mortal enfermedad

“Solo se nos adelantó. Los policías de honor hemos jurado ofrendar nuestras vidas si es necesario y eso pasa con el compañero. Esperamos que Dios escuche las plegarias y que pronto se detenga esta pandemia para no seguir llorando a más seres queridos”, dijo el coronel Jaime Amores, jefe de la Subzona de Policía de Tungurahua, mientras despedía por siempre al cabo primero Óscar Patricio Analuisa, de 39 años, primera víctima del COVID-19 en Tungurahua y el segundo de la zona centro.

Para los familiares, su muerte fue más por la falta de una pronta atención que por los mismos efectos de la enfermedad.

Eddy Analuisa, hermano menor del servidor policial, narró que esperó más de cuatro horas en el Hospital del Seguro Social de Ambato para que le den una cama. “Pero nunca lo llevaron a la sala con respiradores artificiales que en realidad necesitaba mi hermano. Los llaman héroes porque están en la primera línea de trabajo, pero cuando enferman no les dan prioridad en la atención”, refirió el hermano.

El cabo murió al mediodía de ayer 13 de junio y en la tarde fue sepultado en Ambato. Silencio y lágrimas de dolor son los sentimientos de quienes lo recuerdan como un buen amigo, hijo, padre y hermano.

Con los síntomas

Eddy contó que todo el viacrucis empezó el jueves 11 en que salió ‘franco’. “Hace días empezó a presentar los síntomas con la tos seca y se fue hacer atender al centro de salud de Quero, donde le dijeron que solo era faringitis. Cuando salió franco, el jueves, me pidió que lo acompañe porque quería hacerse los exámenes para descartar si era el coronavirus. Acudimos al Hospital Indígena en Atocha que nos queda cerca y ahí le hicieron todos los exámenes necesarios y confirmaron que tenía el virus. Lo internaron y estaba respondiendo bien, incluso caminaba y habló con nosotros. Pero los médicos nos dijeron que para garantizar que no le falte la respiración era mejor el traslado al IESS donde tenían las máquinas. Pero ahí empeoró”, recordó el ‘ñaño’.

A las 20:00 del viernes 12 debía estar en cama en el hospital, pero recién le confirmaron a las 01:15 del sábado que su hermano estaba en una sala. “Pero nunca me dijeron en cuál”, aseguró Eddy Analuisa.

El sábado acudió a las 10:00 a ver cómo respondía su hermano y a las 11:00 le indicaron que había muerto. “No lo tuvieron en una sala con respirador artificial. No le prestaron la atención que merecía un héroe”, denunció el familiar.

El cabo laboraba en el Distrito Quero. Era el hermano mayor de tres y tenía 17 años de labores en la Policía.

El coronel retirado Pedro Llerena, mencionó que Óscar Analuisa laboró con él y lo consideraba no solo su compañero, sino su amigo. Pidió a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, investigue la falta de atención prioritaria que reciben los policías en la provincia y el país y “que pese a tener el seguro de la institución no hay atención prioritaria e inmediata”, puntualizó. (YIE/CCQ)