Mi nombre es Rodrigo y tengo 40 años. Soy soltero, vivo en la Sierra y mi problema es que no he logrado tener una novia. Soy una persona con discapacidad física. Siempre caigo en la depresión. A mis 26 años me detectaron cáncer en un riñón y por eso me extrajeron el órgano. Desde allí, toda mi vida cambió, pero gracias a Dios sí he logrado vencer a la enfermedad. En estos momentos vivo solo.

Lamentablemente no he podido conseguir un buen trabajo para poder subsistir. Tengo familia, pero cada quien vive por su cuenta. Hace años trabajé, pero me liquidaron, y como toda persona necesito dinero para comer y para mis medicamentos.

Me gustaría tener una pareja, alguien que me tome en serio. Además, que esté pendiente de mí. Una compañera que me ayude a superar mis problemas y me llene de ánimo, porque me estoy volviendo una persona muy triste. ¿Me daría un consejo?

Respuesta:

Rodrigo, no tienes que estar encerrado entre cuatro paredes esperando morir, eres un hombre valioso. Dios nunca pone pruebas que uno no pueda superar. No te decepciones si no tienes trabajo, todo vendrá por añadidura. Recuerda que los tiempos de Dios son perfectos. Por nada del mundo te aferres al alcoholismo, a no ser que quieras pasar el resto de tus días postrado en una cama. Comienza por amarte a ti mismo; levántate, arregla tu casa y recibe a personas sanas y sinceras en tu vida, no a aquellos que andan en vicios, porque corromperán tus buenas costumbres. El hecho de que tengas un problema de salud, que por cierto ha sido superado, no quiere decir que no puedas tener una pareja. Ya es hora de que comiences a elegir a una mujer idónea, que te sepa amar, respetar y aceptar tal como eres. Primero aprende a fortalecerte y verás que las cosas mejorarán.

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. 

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