La pandemia del coronavirus obligó a miles de familias a aislarse dentro de sus hogares para evitar la propagación y un posible contagio. Las actividades del diario vivir se tuvieron que amoldar al confinamiento y el Internet tomó el protagonismo en la vida de la mayoría, provocando que los más pequeños de la casa tuvieran mayor acceso a esta plataforma, haciéndolos vulnerables a depredadores que acechan en la red. 

El grooming es el acoso sexual que sufren los niños y adolescentes por parte de un adulto a través de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como las redes sociales. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que los pederastas utilizan perfiles falsos para que ganar la confianza de los menores de edad. En Ecuador, el grooming es un delito tipificado en el artículo 173 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), los sancionados pueden recibir de tres a cinco años de cárcel. 

El 1 de junio, más de 2 millones de menores de edad que cursaban la escuela y colegio respectivamente, en la región Costa y Galápagos, comenzaron su año lectivo 2020 desde sus hogares. Esto generó que niños y adolescentes estuvieran la gran parte de su tiempo navegando en la Web. 

Para evitar que los jóvenes sean víctimas de grooming, Bruno Sánchez, estratega comercial y fundador de la Asociación Ecuatoriana de Ciberseguridad (AECI) recomienda que los padres tengan el triángulo de seguridad: educación, reglas y tecnología. “Debemos concientizar a nuestros hijos de los riesgos que existen para ellos en internet: La adicción tecnológica, pornografia, cyberbulling, sextorsión, grooming, entre otros”, explica.

El experto consultado por EXTRA recomienda que los padres tengan un buen uso de las herramientas tecnológicas, como navegación segura, control parental y GPS. Así mismo, advierte sobre crear consciencia sobre los peligros y riesgos que hay en Internet cuando compartes tu información. “Crea contraseñas seguras y renuevalas periódicamente para prevenir la pérdida de sus datos”, finaliza. 

Christian Arias, psicólogo clínico infantil y vocero de Crianza Respetuosa Ecuador, advierte a que los padres deben estar alertas cuando sus hijos empiezan a tener conductas o utilizan términos que no empleaban. Otro la señal de alarma es el cambio de su estado de ánimo empiezan a pasar en sus teléfonos, tablets o laptops hasta alta horas de la noche.