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Buena vida
¡Llegó a Guayaquil la moda capilar del coronastyle!
El machaleño Ricky Elizalde le saca provecho al virus. Este tatuador de cabezas ha creado un estilo que espera que se ‘contagie’ entre los jóvenes
Su lienzo es el cuero cabelludo, su pincel una navaja. Esos son los materiales que emplea el machaleño Ricky Elizalde, un artista capilar que a los 14 años inició en el mundo de la peluquería barriendo en estos negocios, pero actualmente cuenta con su propio local, llamado New York, en la avenida Rodríguez Bonín, en el oeste de Guayaquil, que le recuerda su sueño americano.
Pero en 2014 se le ocurrió la excéntrica idea de pasar su arte del papel al "mate" (cabeza) del cliente.
Desde entonces, en decenas de cueros cabellludos Elizalde ha plasmado formas de objetos, escenas de películas, rostros de artistas conocidos como La Roca (Dwayne Johnson), el fallecido basquetbolista Kobe Bryant, entre otros. Sin embargo en esta pandemia un cliente le pidió que le ‘tatuara’ el retrato de un familiar fallecido por la pandemia del coronavirus.
Para ello este artista necesita una referencia, ver una foto (digital o revelada). Luego enciende la máquina y procede a rapar casi al ras, dejando un poco de cabello para darle definición con la navaja. Dice que con ella da el efecto de luz y sombra.
Con su habilidad, el joven machaleño también quiere hacer conciencia, por eso hizo una obra en la que se aprecia a un guayaquileño con una mascarilla confeccionada con la bandera de la ciudad. “Que la gente recuerde que de nosotros depende cuidarnos”. De una u otra forma él quiere que el mensaje quede en el ‘mate’ y en la mente de los guayacos, sea como reflexión o diseño.
Nace el Coronastyle
Su creatividad le ha permitido incluso hacer un diseño sobre la figura del coronavirus para sus clientes más jóvenes. Al peculiar corte lo llama coronastyle, el cual refleja la imagen del virus con gesto de maldad. Su creador espera que se convierta en tendencia.
El 95 % de sus clientes son hombres, aunque afirma que también las mujeres se rapan actualmente, aunque sea media cabeza y le piden que les dibuje flores u alguna figura tribal.
Entran bien desinfectaditos
Las medidas de bioseguridad no son nuevas en el local de Ricky, incluso antes de que se desatara la pandemia acostumbraba a limpiar sus herramientas de trabajo. Lo que sí ha implementado es la desinfección de sus clientes al ingresar a su peluquería, de allí la mascarilla la ha usado frecuentemente para que los pelos no lleguen a su boca. Además, los turnos son por medio de reservación.
Ríe al contar que nunca falta quien se ‘pelitatúe’ el rostro de su pareja. “Aquí es más fácil, terminas con ella, te dejas crecer el pelo y ya, pues la obra dura máximo unos cinco días, luego de eso se deforma la imagen”.
Ganador de concursos y ‘profe’
Al ingresar a su peluquería se pueden contemplar los trofeos ganados en concursos nacionales e internacionales. El que lo llena de gran orgullo es la Batalla Internacional de Barberos ‘Cosmobeauty’, Lima 2014, obtuvo el primer lugar. Comenta que acá los peluqueros visten informales y cuando fue a Perú todos estaban ‘encachinados’, de terno y corbata, pero sus diseños destacaron tanto que su pinta fue lo de menos.
Otra de sus facetas es la de profesor, y enseña peluquería básica hace seis años, pero a barberos profesionales les comparte sus conocimientos sobre su ‘loco’ arte.
Precios
Si ‘Ricky’ escoge los diseños es gratis, pero si el cliente se lanza con este rayado corte esto le puede costar de 15 a 20 latas.
¿Quieres conocer más a este creativo artista capilar? Entonces no te pierdas nuestro videoEXTRA.