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Los barristas de todas partes del mundo conversan con exjugadores y actuales integrantes del Bombillo.Cortesía

Armaron una sala para conversar dos veces a la semana con jugadores

Los barristas azules no se aguantaron las ganas de estar en contacto con el equipo. La última vez que gritaron y saltaron fue el 8 de marzo.

El encierro tiene como ‘diablos en botella’ a los barristas de la Vieja Guardia Boca del Pozo. El 8 de marzo fue la última vez que saltaron y gritaron en el estadio Capwell, cuando Emelec goleó 4-0 al Aucas, por la fecha 4 de la LigaPro. 

Y allí ‘murió la flor’, porque el coronavirus los mandó a refugiarse en casa, desde el 17 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria en el país.

Pero no se cruzaron de brazos. Los hinchas contagiados por la azul y plomo buscaron la manera de estar en contacto con sus ídolos. Y lo están logrando, con las conversaciones que mantienen dos veces a la semana con jugadores, a través de las plataformas digitales que están de moda.

SE AMANECEN

Ronald Vélez decidió suscribirse a la aplicación ilimitada de Zoom y así han surgido largas 

reuniones hasta altas horas de la madrugada. Los invitados son exjugadores o los actuales integrantes del equipo que aceptan la invitación, para reunirse de manera virtual. Empiezan alrededor de las 20:00 y se retiran a eso de las 2 de la madrugada, cuando ya no quedan muchas anécdotas en el tintero. 

Se conectan barristas que viven en Ecuador y otros países. Todos preguntan al invitado de la noche y se arma una amena conversación. Es la manera de estar conectados con el equipo que los contagió de pasión.

“Guayaquil era el epicentro de la pandemia, las malas noticias iban y venían. Estar encerrado era una condena. Los enfermos del fútbol, como nosotros, no teníamos escape. Queríamos el domingo, donde vivíamos la fiesta en el estadio o frente al televisor”, señaló Vélez, quien añade que ellos son de los emelecistas que viajaban sin pedir nada a cambio, estando eliminados de copa, peleando el descenso, jugando finales ganándolas y perdiéndolas. “Nunca bajamos la bandera. Es por esto que nuestra rebeldía ante el coronavirus nos juntó, nos hizo más fuertes y ese virus llamado Emelec se impuso”, relató el barrista.

LAS ENSEÑANZAS

‘Primero Emelec, después el resto’, es la frase que agarraron los emelecistas que siguen las enseñanzas de su máximo líder Giuseppe Cavanna. Empezaron con un chat de 12 personas, hoy son cientos de seguidores de la barra Vieja Guardia Boca del Pozo, que se conectan a la transmisión, para vivir el emelecismo a plenitud.

“Unos toman una ‘heladita’ para aguantar la noche, yo lo hago con jugo”, añadió Javier Torres, quien sostiene que la idea de su ‘pana’ Ronald Vélez ha sido la mejor medicina para calmar a los ‘contagiados’ por los colores del Bombillo, que no se aguantaron las ganas de estar lejos del Emelec.

“Tenemos amigos en Alemania, Francia, Italia y España. El objetivo es unir al pueblo azul, en especial a la Boca del Pozo, que en los últimos años ha vivido momentos difíciles, pero estamos seguros que volveremos a convertirnos en esa banda de hermanos que hizo historia en los 80 y finales de los 90, bajo el mando de Giuseppe Cavanna”, contó Vélez.