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Niñas estranguladas y abuela colgada
Familiares mencionaron a la policía que la adulta tenía miedo a contagiarse del coronavirus. Las menores de edad fueron a pasar la noche con ella.
Vicente Pimbosa y su esposa no paraban de llorar. Tampoco podían sacar de sus mentes esa imagen de terror que presenciaron luego de despertarse, la mañana de ayer.
Ellos fueron de las primeras personas en ver a su vecina, de 57 años de edad, colgada de una rama de un árbol de eucalipto y muy cerca estaban sus nietas, de 6 y 9 años, muertas, en una zona de árboles crecidos cerca a las viviendas.
Este hecho conmocionó a muchos en el vecindario del sur de Ambato, provincia de Tungurahua.
Vicente dijo que eran como las 07:00, que apenas se estaba levantando, cuando un camionero se detuvo por el Paso Lateral del sur de la ciudad y comenzó a gritar. El hombre había visto el cuerpo de la señora suspendido.
Por los gritos, Vicente salió de su casa y acudió al sitio del hecho que asombró al conductor. El vecino dijo que por poco se desmaya al ver que la muerta era su vecina y además sacó su conclusión de lo ocurrido.
“Pensábamos que estaba sola, pero fue más horroroso al descubrir que a pocos metros estaban las dos pequeñas que eran sus nietas. Si quería quitarse la vida lo hubiese hecho sola, no debía llevarse a la tumba a las niñas”, expresó.
LAS HABRÍA ASFIXIADO
Cuando la noticia se conoció en el pequeño barrio ambateño, nadie podía entender lo ocurrido. Los vecinos lloraban, fue un momento de mucho dolor.
La madre de las niñas no podía dar crédito a lo que le comentaban, que su madre les habría arrebatado la vida a sus únicas hijas y luego ella se había suicidado. La mujer llegó hasta cerca al árbol y al mirar la escena desfalleció.
El coronel Jorge Cevallos Bastidas, jefe de la Zona Tres de la Policía, quien estuvo en el lugar junto al coronel Jaime Amores, jefe de la Subzona de Tungurahua, informó que a las 06:50 les notificaron sobre el hallazgo de los cuerpos.
“La adulta estaba suspendida con un cable de luz y las dos menores a escasos metros. Al parecer ellas mueren asfixiadas por estrangulamiento y la abuela por suicidio. Se trata de dos muertes violentas y un suicidio”, enfatizó el coronel.
Según explicó el uniformado, la abuela tenía problemas de salud. “Se presume que la persona tenía síndrome depresivo desde hace tres meses”, indicó Cevallos.
TEMÍA INFECTARSE DEL CORONAVIRUS
Por lo que expusieron allegados a las víctimas a los agentes, los problemas depresivos de la adulta empezaron un mes después de la emergencia en el país.
Francisco Landa dijo que su vecina se dedicaba a la agricultura y estaba en su juicio, pero de un momento a otro comenzó a caminar sola por el Paso Lateral y a deprimirse.
La familia la llevó a tratamiento psicológico. Al parecer pensaron que había mejorado. Incluso días antes, la señora les habría manifestado que tenía miedo a ser contagiada de COVID-19, según contaron los parientes a Cevallos.
“Ya no dormía, parecía loquita. Teníamos mucha pena por ella, pero jamás imaginamos que iba a tener este final”, comentó Landa.
Ya repuesta, la madre de las menores de edad estaba al frente de donde encontraron los cadáveres y entre susurros lamentaba haber enviado, la noche anterior, a sus niñas a pasar con su abuela.
POR DOS HORAS REVISARON ÁREA
Policías de Servicio Urbano y motorizados cercaron el área, mientras los peritos de la Fiscalía, de la Unidad de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestros y Extorsión (Dinased) y de Criminalística analizaban cada detalle de la escena para investigar lo que ocurrió.
Después de dos horas de revisar la zona, los cadáveres fueron retirados del sitio y llevados hasta el Centro Forense.
Los vecinos desde sus terrenos o casas observaban y lamentaban las muertes de sus vecinas. (YIE/IC)